Y un día todo terminó
La Liga de la Justicia llegó a su fin. Bueno, al menos la saga que DC Animated Movie Universe inició en 2013 con Justice League: The Flashpoint Paradox. En esta oportunidad te vamos a contar qué onda con Justice League Dark: Apokolips War.
La película centra gran parte de su protagonismo en John Constantine (Matt Ryan), el hechicero se despierta junto a su amada Zatanna (Camilla Luddington) y disfruta de unos momentos de paz antes de recibir la llamada de Superman (Jerry O'Connell) anunciando un último ataque a Apokolips, el planeta donde habita Darkseid (Tony Todd). Lo que parecía una batalla entre otras tantas se transforma en una masacre para los miembros de la liga que, uno por uno, son asesinados por Paradooms, híbridos genéticos de Parademons y Doomsday.
Los pocos que logran sobrevivir vuelven a la tierra, mientras que algunos son capturados y convertidos en sirvientes del villano. El film nos lleva varios meses al futuro donde el planeta fue arrasado por los híbridos y los pocos héroes que quedan vivos intentan organizarse para combatir. Pero ese no es el caso de Constantine que, luego de escapar de la batalla y ver morir a su amor, se pasa los días emborrachándose hasta que un Superman -sin poderes- y Raven (Taissa Farmiga) lo incitan a unirse en una última misión.
Una de las características predominantes en la cinta es la fuerte carga de gore que presenta. Claramente no es una película para niñes, acá los héroes mueren de las formas más sangrientas representadas detalladamente en una animación que ya nos es familiar en el DC Animated Movie Universe. En este sentido, tanto lo visual como lo sonoro continúan sorprendiendo gratamente.
Pero no todo puede ser bueno. En sus noventa minutos de duración, Justice League Dark: Apokolips War nos ataca con algunos momentos que detienen la acción y la vuelven lenta e interminable. A todo esto, hay que sumar un final con sabor a poco, un desenlace que se ve venir desde el inicio de la saga. El famoso borrón y cuenta nueva de Flash en Flashpoint se repite, lo que nos hace preguntar ¿Los finales agridulces no son suficientemente buenos?
En conclusión, el film nos lleva, una vez más, a una última misión donde grandes héroes caerán y los villanos del ayer se convertirán en aliados del mañana. Es una historia de sacrificios y redención al mejor estilo DC, que nos sigue demostrando que sus animaciones son una belleza que te atrapan desde el primer momento. Algo pesada y con un cierre predecible, sigue siendo un final “ok” para este universo de historias animadas.
Por Sergio Gomez | En Twitter @Chergio17
