The Beguiled, el remake de la película homónima de 1971 basada en la novela del mismo nombre de Thomas P. Cullinan llegó a los cines argentinos con la dirección de Sofia Coppola y con las actuaciones de Colin Farrell, Nicole Kidman, Kirsten Dunst y Elle Fanning. El drama se repite.

Ambientada durante la Guerra de Secesión en Estados Unidos, la película nos presenta rápidamente la trama: Amy, una joven residente del Seminario dirigido por Martha Farnsworth (Nicole Kidman), encuentra herido al cabo John McBurney (Colin Farrell) y lo lleva hasta la institución para asistirlo.  Desde el primer contacto que tienen las mujeres con McBurney la idea de reportarlo a los soldados confederados se vuelve el centro del asunto.

Luego de curar al combatiente de la unión, la cinta comienza la construcción de las relaciones que cada una de las residentes tendrá con el cabo y los conflictos que dichos lazos van generando en el funcionamiento de la residencia.

La falta de autoridad a la orden de no visitar al huésped, los diálogos con doble sentido cargados de contenido sexual, los celos que las mujeres manifiestan frente a la “competencia” que se establece alrededor de McBurney, la manipulación que el soldado ejerce sobre las protagonistas le dan razón de ser al film.

Lo que más se destaca durante toda la película, sin duda, son los diálogos que vestidos bajo un dialecto de época permite jugar con indirectas, insinuaciones subidas de tono y que son llevados a cabo de manera adecuada por los actores, no se sienten forzados en ningún momento.

En cuanto a lo visual, los detalles sobre cómo cambia la vestimenta de las residentes a partir del ingreso del soldado son un punto clave para ver los efectos que un “intruso” provoca en un ambiente cerrado que recibe poca, casi nula, visitas. Por otro lado, el humo negro que se avista a lo lejos del establecimiento funciona como una metonimia del ambiente de guerra que se vive, en donde el miedo es un factor constante y que, en cierta medida, guía la conducta de Farnsworth.

Uno de los principales problemas que tiene The Beguiled es que comienza de una forma muy lenta, con escenas largas que por momentos se tornan silenciosas. Luego el ritmo aumenta y la interacción de los personajes va develando las verdaderas intenciones y personalidades de cada uno, pero cuando la tensión aumenta a raíz de la intervención quirúrgica que sufre el soldado, el film cierra repentinamente con una solución fácil, una muerte instantánea que restablece el statu quo y que deja poco clara todas las acciones que Edwina Morrow (Kirsten Dunst) realiza hacia el final.

En conclusión, The Beguiled resulta una alternativa interesante que en Argentina pasó desapercibida por su escasa promoción. Con un elenco de primeras figuras y actuaciones bien logradas, la película nos ambienta en una institución en donde los celos, el amor, la pasión y la traición envuelven a cada uno de los personajes, revelando su lado más oscuro. Sin duda, si te gustan los dramas de época, esta es tu opción indicada.

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