Si hay algo que caracteriza tanto al cine como la televisión son las referencias. Si, esos pequeños detalles que aluden a otras obras, acontecimientos o personajes ficticios y reales.  ¿Pero qué sucede cuando la línea que separa el guiño del plagio es tan borrosa? Bueno, pasan cosas como Loco por ella.

 La nueva película del director Dani de la Orden (Élite) cuenta la historia de Adri (Álvaro Cervantes) y Carla (Susana Abaitua), dos jóvenes que se conocen en un bar y tienen “la mejor noche de su vida”. Pero su encuentro tiene una condición: No deben volver a verse. Claramente esto no va a terminar así. 

Luego de encontrar los datos de Carla, Adri se dirige a su dirección y se entera que ella es residente de un centro psiquiátrico. Y, aunque cualquier persona intentaría contactarse de una forma legal, él ingresa como paciente para estar con ella, pero, al primer rechazo, busca escapar del lugar y se da cuenta de que solo podrá salir con un alta médica.


Desde el segundo acto las líneas entre originalidad, referencias, inspiraciones y demás comienzan a borrarse porque aparecen circunstancias sospechosamente conocidas. En 2010 se estrenó It's Kind of a Funny Story (basada en la novela homónima de Ned Vizzini) una comedia dramática norteamericana centrada en un joven (Keir Gilchrist) que ingresa voluntariamente en el ala psiquiátrica de un hospital y luego cuando quiere salir tiene el mismo problema que Adri. 

Además de que ambos protagonistas cambien sus opiniones sobre los residentes y la salud mental, otra coincidencia se encuentra en los personajes que los guían dentro de la institución. En la comedia americana Bobby (Zach Galifianakis) es un paciente que le muestra el lugar al recién llegado, un padre que no puede ver seguido a su hija por su enfermedad y que está en conflicto con su esposa. Mientras que, en Loco por Ella, Saúl (Luis Zahera) cumple las mismas características del anterior. Cabe destacar que en ambas películas hay una escena donde fingen ser doctores. 


En cuanto a la dirección y las actuaciones, el film se siente muy humano. Todo el grupo de la residencia psiquiátrica está muy bien caracterizado, explotando en el dialogo su lado más cómico y cuidando los límites para no mofarse de distintas enfermedades. Un gran impulso para romper estigmas sobre la salud mental. 


Y es que Loco por Ella no peca en ejecución, pero si en caer en lugares ya explorados. Todo está escrito es una frase muy común a la hora de buscar lo original y quizás esta cinta perseguía esa diferencia, sin embargo, las coincidencias con It's Kind of a Funny Story son evidentes y no se reducen solo a esa película. El discurso final es muy Love and Other Drugs ya que uno de los protagonistas irrumpe en el trabajo del otro, se sinceran sobre las complicaciones que va a tener la relación por la enfermedad de uno de ellos mientras que el otro acepta todo por amor.

 En conclusión, Loco por Ella nos presenta una historia de amor fuera de lo común y aunque la trama se siente clonada por momentos, no deja de ser un film producido con mucho talento y respeto.

 Por Sergio Gomez | En Twitter @Chergio17

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