STRIKING VIPERS: UNA LUCHA INTERNA
El primer episodio de la quinta temporada de Black Mirror se podría decir que es uno de los más sencillos, en términos tecnológicos, de toda la serie. Con una trama centrada sobre la amistad y el amor, Striking Vipers nos adentra en la vida de Danny (Anthony Mackie), su esposa Theo (Nicole Beharie) y su mejor amigo Karl (Yahya Abdul-Mateen II).
Luego de un tiempo sin verse, Karl asiste al cumpleaños de Danny y le regala un nuevo dispositivo VR (Realidad Virtual) para que ambos jueguen a la última versión de un videojuego de peleas que les fascinaba en el pasado ¿Qué podría salir mal?
La cuestión es que el dispositivo permite que los jugadores adopten el cuerpo de los personajes del juego y, al mismo tiempo, experimenten cada sensación, desde un golpe hasta un beso. Y es aquí donde comienza la historia realmente, cuando Karl en el cuerpo virtual de Roxette (Pom Klementieff) besa a Danny, en el cuerpo de Lance (Ludi Lin). Al principio, lo que comenzó como un juego o experiencia, fue aumentando cada vez más y la vida de Danny empezó a cambiar, al igual que los sentimientos del personaje sobre su familia y su amigo/pareja.
El capítulo aborda distintas áreas que estaría bueno explorar por separado, pero que están interconectadas entre ellas. La primera se centra en las relaciones y el desgaste que estas sufren con el transcurso del tiempo, este punto se refleja en la pareja de Danny y Theo, poco a poco se van distanciando, hasta el punto en el que puede interpretarse que están juntos por costumbre y por la unidad familiar que formaron con su hijo.
En segundo lugar, el juego funcionaría como una forma de escape para Danny, algo nuevo, una sensación diferente, lo mismo que la situación en el bar significó para su esposa.
Por último, me gustaría mencionar la cuestión de género, sexo e identidad. El episodio nos plantea un mundo donde podemos ser quienes queramos y experimentar sensaciones totalmente nuevas. Quizás este mundo pueda ejemplificar lo que muchos autores en la materia han denominado como tercer género.
Muchas veces hemos escuchados de historias de amor que nacieron en juegos online, Striking Vipers es la representación de eso, al mismo tiempo que abre el debate sobre la concepción de familia, amor y pautas en relaciones ¿Es posible una forma de amor completamente virtual?
