Imagínate ir a un spa en donde te prometen quitarte todos tus defectos y convertirte en la mejor versión de vos mismo ¿irías? Suena prometedor. Por desgracia, el verdadero proceso consiste en clonarte en una mejor versión y asesinarte para que el otro ser ocupe tu lugar. Ese iba a ser el destino de Miles Elliot (Paul Rudd), pero un error burocrático le permitió vivir y ahora tendrá que experimentar como es compartir su vida con un clon.

Al principio pensé que Living with Yourself era una copia de Rest and Ricklaxation el sexto capítulo de la tercera temporada de Rick And Morty. Pero conforme van pasando los episodios, la serie creada por Timothy Greenberg (Endangered List) nos presenta una historia completamente diferente y cuestionamientos muy profundos.

Si bien es una comedia, y tiene mucho de eso, la ficción protagonizada por Paul Rudd (Ant-Man and the Wasp) tiene tintes dramáticos y misteriosos que funcionan a la perfección y que logran ponerte tenso de inmediato (la escena del cerdo). Es una lástima que abusen tanto del recurso de contar la misma historia desde distintas perspectivas porque, aunque aporta más información, detienen un poco el avance de la misma.

Pero vamos a lo que vinimos. La relación que se genera entre los dos Miles es hermosa, claramente uno está abusando de la desesperación del otro por encontrar su lugar en el mundo. Imagínate ser un clon con los pensamientos, sentimientos e historia de otra persona y que, aunque vos creas que tenes un hogar, familia y amigos, el “original” te diga que todo es mentira y que tenes que rehacer tu vida.  Esa es la vida del otro Miles. Un cuestionamiento constante sobre su existencia, identidad y futuro. Pensamientos que lo llevaran al extremo tanto a él como al original.

Al igual que el clon, Kate (Aisling Bea), la esposa de Miles, también se encuentra en la encrucijada sobre lo que siente por ambos. Uno es la versión que siempre soñó, mientras que el otro es la persona de la que se enamoró. Aunque los dos personajes son la misma persona, sus actitudes son completamente opuestas.

Antes de terminar, me gustaría resaltar otras dos características que me gustaron. La primera es la dualidad que se genera en torno a la clonación porque mientras para algunos es todo un drama, otros lo toman más natural (como la hermanastra de Miles). En segundo lugar, los agentes encargados de investigar clonaciones tienen mucho potencial para dar una gran cuota de humor a la ficción. La escena del interrogatorio fue hermosa.

En conclusión, Living with Yourself nos trae el talento de Paul Rudd multiplicado por 2 con una historia muy rica y llena de giros, que llevará a ambos personajes a replantearse toda su vida y a tomar decisiones muy importantes. Si estás buscando una serie corta para relajarte un poco después del laburo/colegio/universidad, ya la encontraste.


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