La quinta temporada de Lucifer desembarcó en Netflix para continuar con las aventuras del diablo más angelical.

Luego de su estadía en el infierno, Samael (Tom Ellis) vuelve a la Tierra para estar con Chloe (Lauren German) y hacer frente a Michael, su hermano gemelo que solo busca causar destrucción. La trama de la temporada apuntaba para mucho más de lo que fue, dado que el “Juego de gemelas” duró pocos episodios y todo regresó a la normalidad. Las responsabilidades de Luci desaparecieron luego de dos meses en el inframundo.

La relación entre el ángel caído y la detective presentó un nuevo tropiezo que nos planteó el dilema de la predestinación, debido a que ella fue un regalo de Dios para su hijo. Y, si bien nos llevó a un debate sobre el libre albedrio, todo se solucionó gracias a una charla con el clásico Amenadiel.

A diferencia de las temporadas anteriores, las historias más interesantes no se centran en Luci, sino que se encuentran en el noviazgo Ella (Aimee Garcia) al mejor estilo Bones, y en la búsqueda de Mazikeen (Lesley-Ann Brandt), la relación a su madre, su lugar en el mundo y la cruzada por un alma. Esta ultima la deja a merced de las promesas de Michael.

Y llegamos al momento más importante de la quinta parte, justo cuando Samael está a punto de decirle “te amo” a la detective, el tiempo se detiene y comienza una batalla entre los gemelos, Maze y Amenadiel. Cuando los amigos se vuelven enemigos todo es más complicado, pero, aun así, los muchachos llevan la ventaja en una pelea donde los efectos especiales son protagonistas.

Cuando todo parece destinado a que ocurra una desgracia, una luz celestial se vislumbra y aparece Dios para detener el enfrentamiento. Les llevó cinco temporadas traer al padre de todo, un poco menos que Supernatural, pero ahora falta saber que rol jugará y que respuestas tiene para Luci.

Si, esta temporada está lejos de ser la mejor de la serie, pero tiene algunos capítulos y momentos que le dan un cierto toque de color. Tal como lo es el caso que transcurre en el estudio de televisión y que funciona como un meta chiste sobre la serie, o Samael buscando la mejor venganza para Dan (Kevin Alejandro). Además, la ficción se arriesga con momentos más oscuros como, por ejemplo, cuando piensan que Chloe fue asesinada

En conclusión, Lucifer regresó para sentar las bases de lo que será su final y colocar cada pieza en el tablero. Con un nuevo villano a la vista, las traiciones menos pensadas y la presencia de Dios, parece ser que la última parte de la serie busca terminar a lo grande. Amen.

Por Sergio Gomez | En Twitter @Chergio17

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